Abstract
Cada uno de nosotros vive la experiencia, se puede decir que somos parte de ella. Si viviéramos en la experiencia continua y de modo permanente no podríamos hablar de ella, pues no conocemos mucho, y pocas cosas hacen parte de nuestra experiencia. Es cierto que somos de acuerdo a la experiencia, nuestro obrar se perfecciona por esta, y si queremos ser mejores, debemos recurrir a ella, aunque esto no nos dice nada. También es cierto que la experiencia es la enseñanza que se adquiere con el uso, la práctica y el vivir, es una educación, una cultura y un pensamiento. Definida de esta manera se confunde con un hábito, un modo de ser.
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