Abstract
Yo digo que el culpable fue El hombre elefante. Cuando vi por primera vez en mi vida un teleteatro protagonizado por Víctor Mallarino y una actriz de cuyo nombre no puedo acordarme, una escena me sedujo e impactó: el dueño de un circo hacía propaganda con una pancarta donde había dibujado un gordo monstruoso, al que por unas monedas, el público podía ver. ¡Cuál no sería mi sorpresa cuando apareció nuestro conocido actor interpretando al fofo fenómeno! ¡Qué cosa tan rara! ¡Así que éso era teatro! ¡No los muñequitos anacrónico s que me preguntaban dónde se había metido el payasito!
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