Resumen
Uno de los signos más alarmantes de nuestra cultura de alta velocidad es sin duda la pérdida progresiva de la "capacidad de disfrute estético" en amplios sectores de la población, especialmente entre los jóvenes. En efecto, la admiración y el asombro son dimensiones de la existencia que hoy brillan por su ausencia. En su lugar, la frivolidad, la indiferencia, la apatía y la insensibilidad parecen ocupar todos los espacios de la vida cotidiana. Son las huellas que deja a su paso el "hombre unidimensional" y a "consumidor" que reduce su sensibilidad a "sensualismo", porque se ha vuelto incapaz de vivenciar las cualidades sensibles de los objetos en su pura inmediatez.
Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0.